La motivación en un equipo de trabajo

Un líder debe ser un motivador por excelencia, ya que con la motivación se logra elevar la predisposición de los trabajadores para poner todo de si en pos de lograr las metas fijadas. es muy distinto trabajar con un equipo desmotivado que con uno motivado, ya que este ultimo dará lo mejor de sí mismos.

Si la política de una organización considera en castigar el mal comportamiento, el trabajador se limitará a evitar cometer fallos, mientras que si la política considera premiar el buen comportamiento, resulta una motivación adicional, que lograra que el trabajador de lo mejor de si mismo en pos de conseguir dicho reconocimiento. Por tanto el líder debe ser consciente de que si exige un mayor rendimiento a su gente, debe estar preparado para compensarles por su esfuerzo.

Recuerda que nadie es fanático del trabajo, es decir nadie trabaja sin una motivación que lo impulse a hacerlo de la mejor manera, ya que detrás de su esfuerzo, generalmente se crea una expectativa de lograr algo a cambio de su esfuerzo, ya sea un aumento de sueldo, un reconocimiento publico, o simplemente sentirse que avanza en el ámbito profesional.

Es por eso que el líder debe estar preparado para utilizar distintos mecanismos de motivación, y no necesariamente el fin económico es el mejor mecanismo de motivación, ya que muchas personas también suelen valorar su desarrollo profesional, o el hecho simplemente de sentirse valorado y considerado como parte esencial de un equipo de trabajo, incluso brindarle un ambiente agradable de trabajo, es una motivación muy solida para estimular su esfuerzo con los objetivos planteados.

También se debe considerar que brindar ciertas facultades al trabajador, como tomar sus propias decisiones, establece las circunstancias adecuadas para que el trabajador pueda aportar con todo su talento o creatividad, ya que no quedaría como dependiente de las ideas de otros.

Si no se estimula la motivación en un equipo de trabajo, se perderá el entusiasmo en sus miembros, reduciendo ostensiblemente su nivel de compromiso, lo cual afectará en el rendimiento colectivo de la organización. Por esto es importante considerar siempre el reconocimiento al esfuerzo individual, pero evitando establecer una diferencia notoria entre los premios que recibiría una jefatura respecto a los niveles inferiores de la organización, ya que en este caso esta buena intención generaría malestar en el personal.