Un verdadero líder debe tener cierto tino que le permita simpatizar a su equipo de trabajo, para lo cual necesita mantener cierto carisma, lo cual le permitirá caerles bien a cada integrante del equipo de trabajo, logrando así ganarse su consideración y cariño, en base a un magnetismo personal, que el líder debe saber activar.
Por eso se dice que el líder debe saber manejar el carisma para su propio beneficio, a pesar que esta facultad es propia de tan solo unos pocos, ya que la mayoría nacen sin esta virtud de irradiar carisma a los demás, sin embargo a pesar que sea muy difícil adquirirlo, se debería aprender a poner en practica ciertas técnicas que permitan desarrollar o realzar el poco carisma que uno posea. recordar que una persona carismática tiene mas poder de llegada en lo que dice, ya que uno que no tiene esta facultad, llega incluso a producir indiferencia en las personas que lo escuchan.
Por tanto es necesario explotar esta virtud ya se tiene, pero de no tenerlo se debe intentar desarrollarla, ya que un líder con carisma genera admiración en las personas que lo escuchan, con lo que se le facilita la tarea de tener el poder de convencimiento dentro de un grupo de trabajo, consolidando así su liderazgo.
A pesar de que el carisma es una herramienta muy importante para consolidar un liderazgo, es posible llegar a ser un gran líder sin tener carisma, pero también se puede tener muchísimo carisma sin llegar a ser un líder. Recordar que la característica básica de un líder carismático, es la capacidad que estos tienen para seducir y convencer a los demás miembros de un equipo de trabajo, logrando la unificación de cualquier grupo alrededor de este tipo de líder, ya que el carisma le permite ser un excelente comunicador, con un talento natural para persuadir a los demás.
Asimismo se debe resaltar que un líder con carisma suele ser juzgado por su equipo de manera benévola muchas veces estos pierden la objetividad a la hora de avaluar el desempeño real de su líder, logrando muchas veces que se le perdonen sus errores y se exalten sus logros. A pesar que con este panorama un verdadero líder encuentra un ambiente con total respaldo para trabajar, podría también crearse una excesiva dependencia de lo que este líder plantea, lo cual no siempre es bueno.
Por eso es muy importante que el líder sepa mantener ante esa envidiable consideración por parte del grupo, la humildad, ya que de no hacerlo se podría incurrir en poses de endiosamiento, lo cual no beneficia en el logro de los objetivos globales de la organización, ya que en cierto modo se pierde la objetividad al momento de evaluar la eficacia del trabajo realizado.